¿Cómo Antonio cambio su vida?

Antonio, de 52 años, es un analista financiero de un grupo internacional.

Sus hijos ya se han independizado, y él está casado, pero lleva unos 10 años aburriéndose mortalmente en su trabajo.

Lo mismo pasa en su casa

Cada día se siente más cerca de una depresión, viendo cómo los años pasan y su vida es más aburrida que la de un pingüino en el desierto.

¿Te suena familiar?

Antonio se ha dado cuenta de que hablar con números ya no mola.

Necesita un cambio, volver a sentir su corazón, las palpitaciones, sentir que las piernas tiemblan como en el primer besos, el primer amor.

¿Te recuerda a algo?

Una vida llena de propósitos y no solo cumpliendo un horario por un sueldo.

A Antonio le gusta cocinar y, como un buen analista, hace un  tiempo que está considerando cuál sería el mejor negocio gastronómico.

Un negocio de comida simple de manejar, rentable sin dificultad, sostenible con muy poco personal, y varias opciones de apertura: mañana, medio día, tarde noche. Incluso solo los fines de semana.

Sobre todo que le deje hacer su propia creación culinaria, además de adaptarlas a cualquier momento del día o como le apetezca.

Las hamburguesas no porque siempre son parecidas, lo mismo con las pizzas, ni hablar del sushi; no son negocios que le atraigan a Antonio.

Un día, navegando por internet, encontró un video sobre las crepes, investigó a fondo, y descubrió todo el potencial que hay en las crepes.

Un negocio creado por él y para él, donde puede ser su propio jefe y crecer a nivel personal y económico.

Es consciente de que al empezar tendrá que hacer algunos sacrificios, como ganar menos dinero que en su trabajo anterior.

A pesar  de que Antonio tiene mucho más que perder, 'porque tiene un sueldo y bastante estabilidad' (depende de cómo y de dónde lo mires), quiere cambiar su vida sí o sí.

Los años pasan, ha perdido el entusiasmo, y lo quiere recuperar.

¡ LA LIBERTAD NO TIENE PRECIO !

Sobre todo, quiere sentirse realizado, completo, y no arrepentirse a los 70 años de no haber intentado algo para vivir de verdad; sentir el corazón latir. Sentir emociones que hace años que no había percibido.

Una mañana, se levantó y dijo:

"¡STOP!"

¡Se acabó!

"No más tiempo perdido. No quiero ser un número más de una empresa. No trabajar más para alguien".

"No estoy para realizar el sueño de otro. Quiero realizar los míos".

"¿Qué tengo que perder?"

Antonio sabe que los negocios de las crepes son muy rentables y requieren poca inversión, pero empezar sin tener la idea del negocio le asustaba.

¿A quién no?

Investigando más descubrió que había la posibilidad de formarse a través de un curso online donde podría aprender todo lo necesario para emprender un negocio de crepes.

¿Quién diría que la solución a su aburrimiento estaría en la forma de una deliciosa crepe?

Antonio decidió dar el paso y se inscribió en el curso. Se capacitó intensivamente y, lleno de entusiasmo, decidió despedirse de su trabajo aburrido donde su única conversación diaria era con números.

“¡Adiós, la Matrix!

No más números y análisis.

Con su nueva habilidad, Antonio se lanzó al mundo de las crepes.

Al principio, era todo un desafío, pero con cada crepe que hacía, sentía que recuperaba un poco de la chispa que había perdido.

Pronto, su negocio comenzó a despegar.

¿Alguna vez has sentido la emoción de crear algo con tus propias manos?

Antonio se convirtió en un maestro de las crepes, capaz de hacer delicias que hacían que a cualquiera se le hiciese agua en la boca.

Aprendió a usar las redes sociales para promocionar sus crepes, subiendo fotos y videos tan irresistibles que hasta sus antiguos compañeros de trabajo envidiaban su nueva vida.

Se convirtió en una pequeña celebridad en su vecindario, conocido cariñosamente como el “Rey de las Crepes”.

¿Te imaginas tener el control total de tu tiempo y tu vida?

 Antonio no solo se convirtió en un exitoso crepero profesional, sino que se siente realizado, completo y con ganas de crecer, incluso está pensando en duplicar su éxito con una segunda sucursal.

Un día hablé con él y me comentó: "lo único de lo que me arrepiento es de  no haber decido tomar las riendas de mi vida antes".

Antonio es el reflejo de la vida de muchas personas en el mundo, personas  haciendo un trabajo donde se olvidan de vivir  y existir.

Antonio demostró que nunca es tarde para tomar acción y disfrutar de la vida.

Nos enseña por qué y para qué esperar.

¿No te gustaría vivir tu vida bajo tus propios criterios?

¿Decidir cómo manejar tu vida?

Seguro que Antonio ya es tu amigo y entiende que su vida puede ser la tuya, como la de cualquier hombre o mujer que está buscando libertad.

Entonces, ¿por qué no emprender?